Córdoba vista por una niña

Hola, soy Carmen y tengo 10 años. Nací en Génova (Italia), pero me vine a España con 5 añitos.

La verdad es que me gusta ir al cole, no sólo porque veo a mis compañeros. También porque paso por el Patio de los Naranjos y la Plaza del Potro, ya que vivo en la calle Manríquez (que está en plena Judería y es de las más antiguas de Córdoba). Mi cole está al lado de la Plaza de las Cañas y la Corredera.

Cuando voy al cole, casi siempre encuentro a una señora, a la que llamamos “la zia Adriana”. A ella casi siempre la encontramos a mitad de camino, pero si lo hacemos antes, es que llegamos tarde y viceversa. Bueno. También sabemos que llegamos tarde cuando miramos la hora de la farmacia de la calle Lucano, aunque no siempre va bien. A veces cuando voy con mi padre, intentamos adivinar la temperatura que hace. En fin. Que mi madre (Inma), me ha pedido que cuente lo que me parece Córdoba y yo aquí estoy contando mi vida.

La verdad. Lo que más me impactó de Córdoba es enterarme de que tiene ¡4 premios de la UNESCO! ¿No es flipante que sea la única del mundo?  Pues si, mira. Primero está la Mezquita-Catedral ¿sabías que llegó a tener 1200 columnas? ¡Guau! ¡Esas son muchas columnas! Por cierto que primero fue una iglesia, después una mezquita durante varios siglos y por último, de nuevo, una catedral cristiana.

Otro Patrimonio de la Humanidad es Medina Azahara. Hay una leyenda que dice así: una de las esclavas de Abderraman III (Azahara), de la cual el califa estaba locamente enamorado, lloraba y lloraba porque extrañaba la nieve de su tierra natal, Granada. El califa se dio cuenta. Y un día decidió plantar toda la Sierra Morena de almendros y cada primavera,  cuando florecían, parecía nieve. Y Azahara contenta. Y por si fuera poco le dedicó ¡el nombre de la ciudad! Bueno, ya os podéis imaginar el final. Todos felices y comieron perdices.

Otro premio de la Unesco es el Festival de Patios. ¡Ya sabéis que en Córdoba hay muchos! Básicamente se trata de que varias casas con patio se apuntan al concurso (cuando digo varios son muchos) y consiste en que los dueños de los patios los preparan (bueno, los dejan lo más bonito posible) y después unos jueces deciden. Al final siempre gana uno, pero como todos son super bonitos, dan más, el segundo, el tercero… Y otros muchos de consolación. Porque la gente ha trabajado mucho. Aunque creo que ¡todos merecen el primer premio!  Se me había olvidado decir que todas las casas con patio que se presentan están habitadas, o sea, que hay gente que vive allí todo el año.

¡Vaya tela! ¡Todo esto es Córdoba! Pero oye ¡que esto no acaba aquí! También está el Casco Histórico, como Patrimonio de la Humanidad. En fin. Si has ido a Córdoba ya sabes de lo que te estoy hablando, pero si no, yo te lo explico. Básicamente todo el centro de la ciudad, con el Puente Romano, la Puerta del Puente, el Alcázar de los Reyes Cristianos, los Sotos de la Albolafia (que es un monumento natural bajo el Puente Romano donde se ven unos pájaros chulísimos), la Calleja de las Flores y del Pañuelo, la Sinagoga, el Zoco y un montón de callejitas blancas. ¡Madre mía, cuántas cosas hay en Córdoba! Porque faltan otro montón de barrios.

Yo esto no te lo cuento muy bien porque no me dedico a esto, pero si te interesa mi madre te lo puede explicar mucho mejor. Y con más detalles. Vamos. Que no me hagas mucho caso  porque seguramente habrá cosas que no estén tan perfectas, aunque este post me lo he currado mucho (que conste que tengo 9 años). Y si luego Wikipedia o Google te dice algo distinto a lo que te he dicho yo (o mi madre), no te fíes, porque ahí puede escribir cualquiera.

Parece que estoy diciendo que mi madre es la mejor pero vamos en el fondo es mi madre y pienso que es perfecta, así tal cual. Estoy segurísima que tú también piensas lo mismo de tu padre o tu madre.

Tras el confinamiento Córdoba está mucho más bonita porque hay mucha menos gente y todo se puede ver con mucha más tranquilidad.

Espero que esta redacción haya influido en tu decisión sobre viajar a Córdoba.

Un abrazo muy grande. Carmen Conzi Lázaro.